¡Hola, mamás maravilla! Yo tengo tres hijos, y al igual que muchas mamás, tengo recuerdos de la estancia de cada uno de ellos en mi vientre. El recuerdo más visible que me quedó fue una gruesa capa de grasa en todo el cuerpo. ¡Estoy segura de que todas saben de lo que hablo! En lo personal, me ha costado mucho trabajo reducir dicha capa de grasa, pero les puedo decir que no es imposible. Ya te cuento cómo le hice.
Yo sé que hay mamás que no tienen tantos problemas para recuperar la figura después del embarazo, pero yo no soy una de ellas. A mí, la lactancia materna no me sirvió para bajar de peso, ni tampoco las fajas ni los baños de hierbas. ¡La grasa de bebé puede ser muy persistente!
Es cierto que no tengo una cinturita de avispa, pero sí he podido bajar de una talla 11 a una talla 7 de pantalón y me puedo abotonar camisas que tenían ocho años sin cerrarse. Para las que también están luchando contra el sobrepeso, les comparto lo que más me ha ayudado ganar la batalla.
Cómo Bajar De Peso Después Del Parto
¿Qué fue lo que hice para bajar 25 kilos después de tener tres hijos? Solo algunas cosas sencillas que sigo poniendo en práctica.
Esto ya lo he recomendado antes. Tomar agua ayuda a deshacerse del líquido retenido y de esta forma se desinflama el vientre. Hay que dar muchas vueltas al baño, pero es una pequeña desventaja ante el enorme beneficio de tomar agua. Me tomo un vaso de agua al despertar, antes de cada comida y a cada rato también. A veces, para variar, tomo agua de limón con pepino o té verde, pero ya abandoné por completo los refrescos, los jugos y el café con azúcar. ¡Solo agua natural!
Para bajar de peso acepté el reto de abandonar la comida procesada. Dejé de comer galletas, pastelillos, botanas, pan blanco, pizzas, hamburguesas, helado, comida instantánea, palomitas, helado, embutidos, frituras, aderezos, tortillas, tamales, antojitos, barras de granola, yogurt de sabores y productos «light». Puedes comer algo de eso una vez al mes, pero no a diario. Estoy segura de que a muchas no les gustará este consejo, pero créanme que su cuerpo no necesita ese tipo de alimentos, todo lo contrario. Quizá me digan que entonces la vida no tiene sentido si no pueden disfrutar de cosas tan ricas, pero yo digo que si tu vida depende de la comida chatarra para tener sentido, entonces tienes problemas mucho más complicados que unos kilos de más.
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Cuando dejé de consumir alimentos procesados, los sustituí con otros que fueran más nutritivos. En lugar de desayunar jugo, cereal o pan, empecé a comer huevo, frijoles caseros, avena, fruta picada. En vez de almorzar un sándwich o un café con galletas, empecé a tomarme un smoothie verde. En vez de comer sopa de pasta y tortillas, empecé a comer ensaladas o leguminosas. En vez de cenar hot cakes, tamales o tacos, empecé a comer yogurt sin azúcar, más fruta, más verdura. La verdad es que el cuerpo se hace en la cocina, no en el gimnasio. Si no estás a gusto con tu condición física, fíjate bien en los alimentos que consumes. Es ahí en donde está el verdadero problema.
¿Te ha pasado que haces ejercicio sin ver resultados? Si vas a clases de zumba y spinning pero no bajas ni un gramo, es hora de cambiar. A mí me encanta hacer rutinas de HIIT (ejercicio de alta intensidad a intervalos) porque son cortas pero muy efectivas para quemar grasa. Una sesión puede durar 12 ó 15 minutos pero tu cuerpo seguirá quemando grasa durante horas después. T ambién le perdí el miedo a levantar pesas. Yo pensaba que me iba a lastimar o que me iba a convertir en mujer marimacha, pero eso no es cierto. Los ejercicios con pesas también ayudan a quemar grasa y tonifican el cuerpo, así que a levantar se ha dicho.
Para bajar de peso, se necesita compromiso, motivación, constancia y mucha fuerza de voluntad. Por lo tanto, es necesaria una razón suficientemente poderosa para ponerte en forma que no sea ni la ropa, ni la imagen, ni el traje de baño, ni algún hombre. Nada de eso te mantendrá con la fuerza suficiente para seguir adelante. Yo encontré una razón muy poderosa para cambiar mi estilo de vida: mi salud. No quiero padecer diabetes, ni que se me tapen las arterias con colesterol. Yo quiero estar con mis hijos por muchos años. Por eso, cambiar las galletas por verduras se me hizo fácil en comparación a la idea de no poder ver a mis hijos y a mis nietos crecer. Encuentra una razón poderosa y lograrás lo que sea.
Cómo Desinflamar El Vientre Después Del Parto
Quizá te ha sucedido que empiezas algo nuevo con mucha energía y al cabo de un corto tiempo te desanimas. El problema es que te hace falta motivación diaria. Sucede que motivarse en como bañarse: hay que hacerlo a diario porque no dura. Por eso, me suscribo a sitios de motivación, guardo imágenes en mi tablero de Pinterest y hago todo lo que tenga que hacer para empezar todos los días con la misma motivación que el primero. A veces se me baja el ánimo, es verdad, pero los pensamientos son como la ropa: puedes cambiarlos por otros. Quítate de la cabeza cualquier pensamiento negativo que te quite el buen ánimo. Hazlo todos los días y verás que ya no abandonas el buen camino.
Yo solía deprimirme al verme al espejo porque odiaba mi enorme barriga. Un día, me di cuenta de que mi cuerpo es maravilloso así como es: me lleva, me trae, es fuerte, aguanta todo, tuvo a mis hijos. No destruyas tu cuerpo con dietas extrañas y pociones para adelgazar. No lo odies si su forma no es agradable a tu vista. Ese es el resultado de la falta de cuidados adecuados. Dale agua, nutrición, ejercicio y descanso y verás que poco a poco recupera su estado óptimo. Primero tienes que querer a tu cuerpo y después podrás empezar a cuidarlo.
Yo odiaba hacer ejercicio, pero descubrí el HIIT y ahora me encanta. Yo pensaba que las semillas de chía y los smoothies de espinaca eran asquerosos, pero los probé y son estupendos. Yo creía que no podría vivir sin comer algo dulce, pero descubrí que la vida también es hermosa sin dulces. No tengas miedo de intentar algo nuevo. Si quieres cambiar tu cuerpo, tendrás que hacer algo distinto de lo que haces ahora. Si quieres seguir haciendo lo mismo, entonces te quedarás igual. Tú decides.
Cómo Perder Peso Después Del Embarazo
Si me sigues, te darás cuenta de que siempre estoy intentado completar algún reto, ya sea de alimentación o de ejercicio. Me encantan los retos porque me permiten lograr algo que antes me parecía imposible. Las fechas límite también son importantes, ya que te ayudan a adoptar un verdadero compromiso. Sin fecha límite, puedes distraerte y abandonar tu propósito en cualquier momento. Anotar tu plan, tus objetivos y tu fecha límite te ayudará a alcanzar tu meta, y si no es así, de todas formas te darás cuenta de que has logrado muchas otras cosas.
Cada semana, hago una lista de las cosas que debo comprar para preparar tres comidas saludables al día. Lavo y preparo la fruta y la verdura para que esté disponible y a la mano para comerla. Establezco un horario para mis actividades de forma que siempre tenga tiempo de hacer ejercicio. La organización es la clave para lograr mis objetivos. Si no planeara mis comidas, terminaría por comer cualquier cosa porque eso es más fácil cuando estoy de prisa. Si no organizara mi horario, terminaría abandonando el ejercicio por falta de tiempo. Estoy segura de que alguna vez has abandonado tu dieta o tu entrenamiento por falta de organización. ¡Esa es la clave del éxito!
En realidad no es tan complicado. La parte difícil es no abandonar el plan saludable, porque la grasa no va a desaparecer de la noche a la mañana. Sin embargo, no importa cuánto tiempo te tardes en deshacerte de ella. Nunca te rindas, porque con cada pequeño cambio que hagas en tu vida, obtendrás una montaña de beneficios.
Consejos Para Controlar Rápido Tu Peso Después Del Embarazo
Soy mamá de 3 hijos y en mi blog comparto ideas de ejercicio, alimentación sana y motivación que me han servido y espero te sirvan a ti.Una de las primeras preguntas que nos vienen a la cabeza cuando nos enteramos de que estamos embarazadas (o incluso en la pre-concepción) es: ¿cómo bajar de peso después del embarazo? ¿Conseguiré recuperar mi figura? Y es normal porque la media de kilos que aumentamos cuando gestamos es entre 8 y 25 kilos. Y si ya es difícil perder 3 o 4, cómo no va a serlo perder 15.
Acabas de parir, te ves hinchada, desaliñada, eres una montaña rusa de emociones. Tan pronto estás feliz por el nacimiento de tu hijo y tu nueva vida como aterrorizada por los cambios que se te están presentando.
Tienes sueño, hambre. Te cuelga una barriga que no reconoces. Te paseas con los pechos al aire porque el bebé no te deja ni un minuto tranquila (en caso de lactancia artificial, hablaríamos de lavando un biberón tras otro, yendo
